En la calurosa noche
la luna asoma coqueta
y derrama su luz fría
sobre la alberca.
El agua se prende de ella
y la superficie quieta
se ondula con un suspiro
sobre la alberca.
El resplandor sumergido
como queriendo esconderse
se doblega entre las
aguas
sobre la alberca.
Y el mercurial reflejo
de mil ojos en lo oscuro
desde el fondo centellea
sobre la alberca.
Una brisa rumorosa
que de pronto se levanta
llueve una estela de
plumas
sobre la alberca.
Como si el amor pasara
derramando la luz nueva
de la enigmática diosa
sobre la alberca.
ROSA RUIZ GISBERT
Primer premio de poesía Centro Trinidad 2016
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