III
Parece que aún resuene entre las piedras roncas
tu voz de contrabajo.
Parece como si manase entre las acacias
todavía
tu agua de diciembre,
el aroma de tus frutos,
el revuelo de tu regreso tornadizo
y el eco de tu último diálogo.
Pero el vacío acecha en cada esquina
y borbotea la lluvia sobre los charcos
medrosos
que la luz tornasola.
tu voz de contrabajo.
Parece como si manase entre las acacias
todavía
tu agua de diciembre,
el aroma de tus frutos,
el revuelo de tu regreso tornadizo
y el eco de tu último diálogo.
Pero el vacío acecha en cada esquina
y borbotea la lluvia sobre los charcos
medrosos
que la luz tornasola.